Sobre la doble vida de los separad@s
Si pudiera elegir, en otra vida me harÃa puta, puta de lujo. Esta contundente afirmación fue rescatada de una sesión con una paciente posicionada como dice Jorge Drexler, en aquella edad en que las certezas caducan1, entre los 35 y los 45 años, y mientras asociaba sobre su actual situación de mujer separada con una hija en custodia compartida.
Sobre la doble vida de los separad@s
Sobre los efectos de una separación o divorcio
Lo expresaba cómicamente en un intento de poner palabras a esa curiosa situación que viven muchas personas separadas con hijos: un fin de semana se ejerce la maternidad o paternidad y al siguiente, cuando el hijo está con el ex, se ejerce el desenfreno de la segunda, o tercera juventud: salidas nocturnas, gin tonics pedidos con marcas de los 90 o quizás encuentros con algún nuevo amigo que podrÃa acabar en revolcón y comparación cognitiva posterior con antiguos amantes o incluso con el padre o madre del hijo en común.
Por muy lÃquidas que sean las relaciones en la actualidad, sigue imponiéndose el modelo clásico ordenado de la siguiente manera. En un primer momento, durante la adolescencia y juventud, una amplia mayorÃa de chicos y chicas salen a quemar la noche y mantienen relaciones más o menos promiscuas, combinando curiosidad y excitación. En un segundo momento se empiezan a afianzar relaciones de pareja más estables que empiezan a exigir de otro uso del tiempo libre: menos fiesta y más cine y cenas con otras parejas. En un tercer momento estas mismas parejas inician la convivencia y apuestan por tener descendencia. Tras algunos años de pérdida de la curiosidad, de la excitación y de otros roces propios de la convivencia, muchas deciden separarse. ¿Y ahora qué? ¿Cuál es el modelo a seguir? En este momento algunos intuyen que volver a la casilla de salida (salidas nocturnas y relaciones promiscuas) puede ser una buena opción. Ahora, si existen hijos, combinar «la vuelta al mercado» con la paternidad no es tarea fácil.
Del intento de combinación de esas vidas nace ese sentimiento extraño de muchos separad@s de que en el fondo están llevando una «doble vida», como si una no tuviera conexión con la otra.
De hecho, si los acompañamos a pensar su situación como una ampliación de su vida anterior, como una oportunidad de reexperimentar un nuevo periodo de solterÃa, no para dejarse llevar por el rebaño, como seguramente hicieron la primera vez, sino para poder preguntarse, sin las exigencias pulsionales de la primera juventud, cómo quieren vivir su vida y sus próximas relaciones de pareja, quizás entonces podrán soportar esa división interna que dicen sentir y que en muchos casos les genera culpabilidad.
Tanta culpabilidad como para pensar, retomando la frase inicial del artÃculo, que un polvo al año con una nueva persona, ya implica dedicar la vida a ser una trabajadora del sexo.
Daniel Cañero
Psicólogo col. 14350 y psicoanalista
1Jorge Drexler. (2010). Noctiluca. En Amar la Trama [CD]. Madrid. España: Warner Music Spain S.L.